La relación de Donald Trump con Rusia y la ex Unión Soviética ha sido objeto de debate y controversia a lo largo de los años. Desde intentos de inversión hasta acusaciones de injerencia electoral, sus vínculos con Moscú han generado especulaciones y escrutinio en EE.UU. y el mundo.
Puntos clave:
1. Negocios en Rusia (décadas de 1980-2010)
– En 1987, Trump visitó la Unión Soviética por invitación del gobierno de Mijaíl Gorbachov con la intención de desarrollar hoteles en Moscú y Leningrado (actual San Petersburgo), aunque los proyectos no se concretaron.
– Durante las décadas de 1990 y 2000, intentó establecer negocios en Rusia, incluida la posibilidad de una «Trump Tower» en Moscú, sin éxito.
– Empresarios rusos adquirieron propiedades en desarrollos de Trump en EE.UU., como la Torre Trump en Nueva York y complejos en Florida.
2. Elecciones de 2016 y la «Trama Rusa»
– Durante la campaña presidencial de 2016, Rusia fue acusada de interferir en las elecciones a favor de Trump, lo que llevó a una investigación liderada por el fiscal especial Robert Mueller. Aunque no se demostró una colusión directa, se confirmó un esfuerzo ruso por influir en la opinión pública a través de redes sociales y hackeos.
– Trump negó cualquier implicación y, aunque elogió a Vladimir Putin en varias ocasiones, rechazó las acusaciones de colaboración con Moscú.
3. Relación con Putin y políticas hacia Rusia (2017-2021)
– Durante su presidencia, Trump fue criticado por su postura ambigua hacia Rusia, mostrando cortesía con Putin en comparación con otros líderes.
– En la cumbre de Helsinki en 2018, generó controversia al parecer confiar más en la palabra de Putin que en los informes de sus propias agencias de inteligencia sobre la interferencia rusa en 2016.
– A pesar de su retórica amistosa, su administración impuso sanciones contra Rusia, expulsó diplomáticos rusos y envió armas a Ucrania.
4. Negocios post-presidencia y contactos actuales
– En su campaña de 2024, Trump ha afirmado que podría resolver la guerra entre Rusia y Ucrania «en 24 horas», lo que ha reavivado las especulaciones sobre su relación con Moscú.
Reflexionemos
Desde los años 80, Trump ha buscado oportunidades de negocio en Rusia y ha mantenido una actitud afable hacia Putin. Sin embargo, no hay evidencia concluyente de una relación ilegal o colusión. Aun así, sus vínculos con Moscú continúan siendo un tema de escrutinio y debate en EE.UU., una situación similar a la de algunos líderes en Latinoamérica. (JCHC)