Bajo el lema “Mi Barrio Limpio, Mi Barrio Vivo”, la Fundación Reverdesierto ha iniciado una potente campaña ciudadana que invita a vecinas y vecinos de la región a levantar la basura de sus calles, plazas y rincones olvidados, promoviendo así la conciencia ambiental y el fortalecimiento del tejido comunitario. La propuesta es clara: limpiar, grabar, compartir y contagiar el cambio.
Pero esta campaña no surge de la nada. La fundación viene impulsando acciones concretas desde comienzos de año, como la primera limpieza de playa realizada el fin de semana pasado en Playa El Colorado, un territorio clave para la restauración ecológica del borde costero iquiqueño. En esa jornada no solo se logró retirar una gran cantidad de residuos y reciclar plástico directamente desde el océano, sino que también se certificó a 20 profesoras con la metodología científica de Científicos de la Basura, quienes ahora podrán multiplicar el aprendizaje y la conciencia ambiental en sus comunidades escolares.
Además, durante esa limpieza se lanzó el primer concurso ambiental, premiando a la persona que más basura retiró del ecosistema con un cupo gratuito para el próximo taller online de bombitas de semillas, fomentando así la agricultura ecológica y la reforestación urbana desde los hogares.
Con ese impulso, Fundación Reverdesierto se suma ahora oficialmente a la campaña “Mi Barrio Limpio, Mi Barrio Vivo”, una iniciativa que no viene a culpar, sino a invitar: a actuar, a cuidar y a transformar los espacios comunes. Quienes participen subiendo videos a instagram limpiando su entorno y etiquetando a la Fundación, Altiplano Travel y Hostal ALTUS podrán acceder a descuentos, sorteos de estadías gratuitas y más sorpresas.
“Queremos que las personas vuelvan a responsabilizarse de su entorno, que retomen el hábito de cuidar su jardín, de recoger la basura que tienen al lado, aunque no sea suya. Porque sí, sí les pertenece. Nos pertenece a todas y todos, porque día a día contaminamos juntos esta tierra. Recoger un residuo no va a cambiar el mundo entero, pero sí cambia algo esencial: la decisión de en qué tipo de entorno queremos vivir, si en uno limpio o en uno sucio y contaminado”, reflexiona Paula Castillo, presidenta de Fundación Reverdesierto.
Esta campaña no solo es un llamado a la acción, es un recordatorio: el cambio no llega desde arriba, se construye desde el barrio. La colaboración es el terreno fértil donde germina la conciencia ambiental. Y cuando florece, transforma.