Un nuevo y preocupante caso de agresión física contra una docente ha conmocionado al profesorado a nivel nacional. Esta vez, el incidente se registró en el Colegio Mariano Latorre de La Pintana, donde una alumna agredió a la Directora del establecimiento. La comunidad escolar, junto con el Colegio de Profesoras y Profesores, se ha mostrado consternada y ha sostenido reuniones inmediatas con las autoridades locales, incluyendo la Jefatura del DAEM. Sin embargo, consideran que estas acciones no son suficientes.
En una Asamblea extraordinaria, que contó con la participación de todos los Presidentes Regionales del país y el Directorio Nacional del gremio, se hizo un enérgico llamado al Congreso Nacional para que se tramite con urgencia la Ley de Convivencia, Buen Trato y Bienestar Educativo, y se reduzca su entrada en vigencia, actualmente fijada en 12 meses después de su publicación en el Diario Oficial.
Mario Aguilar, Presidente Nacional del Colegio de Profesoras y Profesores, manifestó su preocupación durante la Asamblea al analizar la postura de los partidos Chile Vamos y Republicanos, quienes votaron en contra del proyecto en la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados. «Sus argumentos son alarmantes, parece que no les importa ni interesa que nuestros colegas sufran agresiones tan graves, que haya acoso, maltrato, y que se generen situaciones extremas donde docentes decidan suicidarse por el acoso que sufren», declaró Aguilar.
El líder gremial informó que, en la Asamblea, se acordó interpelar a estos sectores partidistas para que dejen de lado la pequeña reyerta política y la dicotomía Gobierno-oposición. «Este grave problema debe generar un acuerdo transversal para solucionarlo. Interpelamos a todos los sectores políticos a aprobar el proyecto», afirmó Aguilar.
El Presidente Nacional del Gremio Docente subrayó que este es uno de los motivos por los cuales el profesorado a nivel nacional se movilizará el próximo 7 de agosto. «Todas las regiones del país se han plegado a la manifestación para decir no más agobio, acoso, maltrato ni agresiones», concluyó Aguilar.
Este llamado a la acción resuena con fuerza en medio de una crisis que afecta no solo la integridad física y emocional de los docentes, sino también la calidad del entorno educativo en Chile. La comunidad educativa espera que las autoridades respondan con la celeridad y seriedad que la situación amerita.