Graves acusaciones y denuncias de la Comunidad Educativa del Centro de Capacitación Laboral de Iquique

En su segundo día de paralización que ha conmocionado a la comunidad educativa de Iquique, el Sindicato de Docentes y Asistentes, representado por su vocera Karla Luque, emitió un comunicado que denuncia graves conflictos al interior del Centro de Capacitación Laboral de la ciudad. Estas declaraciones surgen en respuesta a acusaciones públicas realizadas por la directora del establecimiento, Sandra Figueroa, y la Inspectora Mariela Basualto, en un programa de Radio Vilas.

Según el comunicado, las autoridades del colegio habrían realizado declaraciones que cuestionan la profesionalidad de los docentes y asistentes, señalándolos por presuntas violaciones a los derechos de los estudiantes, actividades impropias e incumplimientos laborales. Estas afirmaciones, calificadas como «infundadas» y «difamatorias» por los denunciantes, han generado un ambiente hostil que afecta la estabilidad emocional y laboral del equipo docente.

El Sindicato de Docentes ha rechazado categóricamente las acusaciones, señalando que no se ha presentado evidencia alguna que las sustente. Además, denuncian el uso de expresiones despectivas como “estos personajes” y términos ofensivos como “cutufa”, lo que consideran una falta de respeto hacia quienes dedican su vida a la educación.

“Estas declaraciones no solo vulneran nuestra reputación profesional, sino que también representan un acto irresponsable que daña el funcionamiento del establecimiento y nuestro compromiso con los estudiantes”, señalan en el comunicado.

El comunicado también destaca que las acusaciones habrían sido remitidas a otras instituciones, hecho que el cuerpo docente asegura desconocer en su fondo y forma. Según los denunciantes, este exceso de enfoque en conflictos externos ha desviado la atención de las necesidades reales de la comunidad escolar, perjudicando el ambiente educativo.

Asimismo, expresaron su preocupación por las insinuaciones de “ventilar antecedentes”, calificándolas como un intento de intimidación que ha contribuido a la generación de un clima de tensión y abuso laboral.

Ante esta situación, el sindicato exigió el cese inmediato de las acusaciones y anunció que evaluará acciones legales para proteger la dignidad y los derechos de los educadores. Además, reiteraron su disposición para un diálogo abierto y respetuoso con el fin de resolver las diferencias de manera justa y equitativa.

“Reafirmamos nuestro compromiso con la formación integral de los estudiantes y con los valores de respeto y justicia que deben guiar nuestra labor docente. No permitiremos que acusaciones sin sustento desvíen nuestra atención de nuestra misión”, concluye.

El gremio docente hizo un llamado a la comunidad educativa —estudiantes, apoderados y colegas— a mantenerse unidos y enfrentar la situación en conjunto. Según el sindicato, el fortalecimiento de la educación de calidad requiere el esfuerzo colectivo de todos los actores involucrados.

Este conflicto pone de relieve tensiones internas que, de no resolverse, podrían tener un impacto negativo tanto en el bienestar de los educadores como en la calidad del ambiente educativo del establecimiento.