En un esfuerzo por mejorar la capacidad de respuesta ante emergencias, el aeropuerto Diego Aracena llevó a cabo un simulacro de accidente aéreo, recreando una situación crítica con una aeronave que transportaba 56 pasajeros.
La simulación se centró en un escenario donde una falla hidráulica impidió que el tren de aterrizaje principal del lado derecho se desplegara correctamente. Al aterrizar, la aeronave se deslizó aproximadamente 100 metros por la pista, con el motor derecho generando chispas al entrar en contacto con la superficie, provocando una fractura que dejó el motor inoperativo y bloqueando completamente el segundo tercio de la pista. La situación se complicó aún más con un derrame de combustible que desencadenó un incendio, resultando en múltiples víctimas, tanto fatales como heridas de gravedad y leves.
El delegado presidencial de la región de Tarapacá, Daniel Quinteros, destacó la importancia de este tipo de ejercicios, subrayando que “son situaciones que esperamos nunca tener que atender, pero que por cierto un Estado tiene que tener las capacidades de poder anticiparse y prevenir justamente este tipo de emergencias”.
La simulación, organizada por la Dirección General de Aeronáutica Civil, contó con la participación de diversas instituciones, incluyendo Senapred, las fuerzas de seguridad, el Ministerio Público, el Cuerpo de Bomberos, la Fuerza Aérea y la Armada. Además, estudiantes de enfermería de la Universidad Arturo Prat se ofrecieron como voluntarios para actuar como pacientes, permitiendo una evaluación más realista de la capacidad de respuesta.
Quinteros destacó que este fue uno de los simulacros más significativos realizados en el aeropuerto internacional Diego Aracena, crucial para el desarrollo logístico del norte de Chile. “Queremos también agradecer al Cuerpo de Bomberos, a la Fuerza Aérea, a la Armada y también por supuesto agradecer muy cariñosamente a los estudiantes de enfermería de la Universidad Arturo Prat que voluntariamente se acoplaron a este ejercicio, fueron los voluntarios que hicieron de pacientes y que nos permitieron también probar las capacidades que tenemos de respuesta ante una emergencia de este tipo”, señaló.
El ejercicio concluyó de manera óptima, lo que permite garantizar una mejor preparación y seguridad ante posibles catástrofes y emergencias en la región de Tarapacá.