En la reciente película Intensamente 2, uno de los personajes nuevos es Nostalgia, una emoción personificada como una mujer mayor y dulce. Esta nueva emoción compleja juega un papel clave al ayudar a Riley, ahora una adolescente, a valorar y conectar con sus recuerdos del pasado. Aunque este personaje tuvo una pequeña aparición y puede resultar entrañable y reconfortante, también revive un estereotipo comúnmente perpetuado en los medios de comunicación: la “ancianita” dulce y cariñosa, lo que nos invita a reflexionar sobre cómo vemos a las mujeres mayores en nuestra sociedad.
El estereotipo de la mujer mayor dulce y cariñosa suele representar a una figura materna o abuela que ofrece sabiduría, consuelo y afecto incondicional. Estas mujeres son vistas siempre dispuestas a brindar apoyo emocional y físico a las generaciones más jóvenes. La paciencia y la tolerancia son características destacadas, mostrando una actitud comprensiva frente a las dificultades y errores de los demás.
Sin embargo, este estereotipo no está exento de críticas. En primer lugar, limita la percepción sobre las mujeres mayores, reduciéndolas a roles de cuidado y excluyendo otras facetas de su identidad y capacidades. Al enfatizar su papel de cuidadoras, se contribuye a la idea de que las mujeres mayores no tienen otras contribuciones significativas que hacer a la sociedad fuera de la esfera doméstica y familiar.
Por otro lado, homogeniza la experiencia de ser una mujer mayor. En la película se le presenta con un peinado anticuado, colores apagados, viste con un chal sobre un vestido de flores y pantuflas, con gafas de montura blanca con cristales rosas insinuando una visión idealizada del pasado, por lo que se entiende que se asocia a lo letárgico e inmovilizador. Un claro ejemplo de viejismo. Esto ignora la diversidad de personalidades y estilos de vida que existen entre ellas en la actualidad, lo que las despoja de su individualidad, presentándolas como una masa uniforme de sabiduría y afecto, en lugar de reconocerlas como personas con vidas y ambiciones complejas y variadas.
Aunque el estereotipo viejista ofrece una imagen reconfortante y familiar, y según la psicología la nostalgia es una emoción compleja que puede ser una fuente de consuelo y conexión con el pasado, pues nos ayuda a mantener un sentido de continuidad y significado en nuestras vidas, es crucial que los medios de comunicación evolucionen para reflejar la verdadera diversidad de la experiencia humana, sobre todo cuando intentan comunicar sobre mujeres mayores. Estudios recientes señalan que la representación de las mujeres mayores en los medios está demasiado centrada en el cuidado y la dependencia, ignorando su independencia y diversidad. Es entonces un desafío para los creadores de contenido alejarse de una visión sesgada y que termina dañando tanto a las mujeres mayores y la sociedad en su conjunto, y transitar hacia una propuesta más realista e inclusiva que celebre la sabiduría y el cuidado, pero también su fuerza, independencia y otras tantas cualidades. Esto no solo enriquecerá las narrativas en los medios, sino que también contribuirá a una sociedad que valora y respeta a sus miembros mayores por todas las facetas de su identidad. Debemos exigimos una representación justa y completa, así y solo así nos transformaremos en una sociedad para todas las edades.
Agnieszka Bozanic Leal
Presidenta Fundación GeroActivismo
Docente investigadora Escuela de Psicología UNAB sede Viña del Mar