La politización de la ayuda en el sur de Chile

En estos días, las discrepancias entre autoridades sobre lo correctamente político y lo correctamente social están en el centro del debate público. Debería ser evidente que estas diferencias deben alinearse con el bienestar de los ciudadanos, sin permitir que intereses personales o el aprovechamiento político distorsionen las decisiones que afectan a la población. Sin embargo, vemos con preocupación cómo el egoísmo puede influir en situaciones tan críticas como la reciente búsqueda de aprobación de ayuda a los afectados en el sur de nuestro país.

La tragedia en el sur ha dejado a muchos compatriotas en una situación desesperada, requiriendo asistencia urgente para su recuperación. No obstante, la discusión se ha visto empañada por el contexto político y las próximas elecciones, lo que plantea la pregunta inevitable: ¿Quién se beneficia realmente de estas decisiones, los políticos o los ciudadanos?.

Es comprensible que nuestra región tenga múltiples proyectos pendientes y necesidades urgentes que deben atenderse para continuar creciendo. Sin embargo, ignorar las necesidades de otros chilenos en momentos de crisis no debería ser una opción. Los recursos del Estado se distribuyen en función de los impuestos que todos pagamos, y la solidaridad entre regiones es fundamental para el tejido social de nuestro país.

Nos encontramos en una etapa delicada, acercándonos a otro proceso de elección popular, y es en este contexto donde surgen las mayores dudas sobre las motivaciones detrás de las decisiones políticas. Mientras algunos líderes pueden actuar con auténtica bondad, otros parecen movidos por intereses fríos y calculadores. Es crucial que, independientemente de las diferencias, analicemos con objetividad y crudeza las necesidades de nuestros compatriotas.

Reflexionemos sobre la situación actual. La empatía y la solidaridad deben prevalecer sobre cualquier otro interés. En este punto de nuestra historia, no estamos para amenazas ni enfrentamientos inútiles; estamos llamados a trabajar juntos, a ser más unidos y a esforzarnos por un desarrollo sostenible y un bienestar compartido para todos los chilenos.

La solución existe, y radica en la empatía. Ser más comprensivos y solidarios no solo es un acto de humanidad, sino una necesidad para avanzar como país. Que nuestras acciones reflejen este compromiso con el bienestar común, más allá de las diferencias políticas y personales.

Juan Carlos Hernández Caycho
Consejero Regional del SENDA Tarapacá