Con presencia de profesores, educadores interculturales y representantes de comunidades aymaras, se concretó en dependencias del Museo Regional la presentación de los libros “El paso fugaz de una estrella” y “El burro que aprendió a leer y otros cuentos”, autoría del profesor Juan Álvarez Ticuna.
Ambas publicaciones están orientadas a facilitar el trabajo de los educadores interculturales, aportando elementos y experiencias de modelos educativos, desarrollados por comunidades, y por otra parte aportar con literatura para un trabajo transversal en diversas asignaturas.
Luego de una ceremonia de pawa donde se agradeció a la Pachamama por la edición de los textos, que contribuirán a la formación tanto de maestros como de alumnos con pertinencia en la cultura andina, fue su autor quien detalló el contenido de cada uno de sus escritos.
Alvarez resumió el trabajo que desarrolló la comunidad de Lirima, a inicios de los años 80, cuando abrieron una escuela en el poblado la cual marcó el sendero de lo que es hoy en día la educación intercultural bilingüe en toda la macro zona norte. La experiencia de ese grupo de pobladores, entre los cuales él estuvo, causó variadas emociones y comentarios de la concurrencia elogiando el trabajo que un grupo de ganaderos del altiplano hizo para entregarle a sus hijos e hijas una educación con pertinencia de su cultura. Posteriormente resumió lo que contiene el libro “El burro que aprendió a leer y otros cuentos”, que en estilo de fábulas que deja variadas enseñanzas sobre la cosmovisión andina y cómo a lo largo de los siglos han conservado su identidad y valores.
Opiniones
Priscila Farías Núñez, encargada regional del programa Educación Intercultural Bilingüe de Secreduc, destacó el aporte de ambas publicaciones a la interculturalidad en la región, “El paso fugaz de una estrella, recoge la experiencia comunitaria de la escuela Pampa Lirima y nos habla sobre cómo sí se puede generar un proyecto educativo significativo que recoja el contexto cultural territorial de los estudiantes y nos invita a contemplar esta experiencia y poder replicarla de alguna manera en nuestro sistema educativo, tomando en cuenta a las comunidades como agentes educativos”.
Califico a la publicación “El burro que aprendió a leer y otros cuentos” de maravilloso, ya que toma la flora y fauna nativa chilena para generar relatos interculturales, “no sólo del contexto andino, sino también mapuche y a lo largo de todo el país. Así que sin duda es un aporte muy significativo al desarrollo de la interculturalidad en la región”.
Por su parte Juan Álvarez mencionó la experiencia de cómo una comunidad abrió una escuela con pertinencia intercultural, “el libro es fruto de un trabajo largo de convivencia primero con la comunidad de Lirima donde pertenezco, al final de cuentas es fruto de una tradición que mis abuelos anhelaban, que se fundara un pueblo y también una escuela. Eso se consiguió a la postre con el esfuerzo de todos, porque en esa época todo lo que era tradicional aymara se señalaba como antichileno, el Estado pretendía que el habitante de la zona rural sintiera los símbolos de la nacionalidad chilena pero sin considerar que los valores de los pueblos andinos eran anteriores. Fue difícil, pero a pesar de todo eso se fue generando un movimiento que a la postre terminó por crear modelos educativos pertinentes. Lo denominé una estrella fugaz porque fue una luz que brilló un corto tiempo”.
Añadió que el otro libro básicamente expone lo que son los valores tradicionales aymaras a través de relatos didácticos para menores y que les sean útiles para entender el mundo actual pero con valores tradicionales.
¿Ese trabajo, lo que se hizo, cómo lo evalúa hoy considerando que hay otros modelos, otros programas educativos?
Bueno modelos que la comunidad los levanta y proyecta, quizás no hay en la actualidad, pero sí el contenido, la preparación de los maestros, el entendimiento que debe ser una educación adecuada al contexto y a la cosmovisión y la cultura de los pueblos, eso sí se entiende. Cómo se está llevando, quizá es un proceso más lento, más lento por el que tiene que tener empuje de los docentes y apertura del Estado y construyendo también tiene que ver con los directores, con los supervisores, etcétera. Es un aparataje mucho más complejo que tener una escuela particular que lidere un proceso. Pero se va avanzando, ahora lo que interesa es que los profesores también empiecen a ser más críticos respecto a esa realidad y levanten procesos más genuinos dentro de su aula.