La Policía de Investigaciones (PDI) de Tarapacá ha emitido una seria advertencia sobre los peligros de adquirir medicamentos en el mercado informal, ya sea en establecimientos no autorizados o a través de redes sociales. Con el lema «La venta de medicamentos ‘por ahí’ es un delito. No arriesgues tu salud», la Brigada de Investigación de Alto Hospicio recomienda obtener medicamentos exclusivamente en lugares legalmente establecidos.
El Subprefecto Hugo Astroza, líder de la Brigada de Investigación de Alto Hospicio, subrayó que esta actividad ilegal no solo es un delito contra la salud pública, sino que también conlleva riesgos significativos debido a la falta de control. «Los medicamentos comercializados de manera ilegal pueden estar manipulados, mal etiquetados o sin la conservación adecuada», advirtió Astroza. Además, indicó que estos productos podrían haber sido almacenados en condiciones inadecuadas, afectando su eficacia y seguridad. La venta de estos medicamentos no solo transgrede la ley, sino que también pone en grave peligro la vida de las personas que los consumen.
La PDI ha observado un incremento significativo en la venta irregular de medicamentos durante el último año. Estos productos, comercializados sin ningún tipo de control, representan un grave riesgo para la salud pública. La venta ilegal de medicamentos está tipificada como delito en el Artículo 313 D del Código Penal, que impone penas de prisión y multas a quienes fabriquen o vendan medicamentos deteriorados o adulterados. Esta legislación es clara al establecer sanciones severas para aquellos que ponen en peligro la salud pública mediante la distribución de medicamentos inseguros.
Según el Centro Nacional de Análisis Criminal de la PDI, entre enero y junio de 2021 se realizaron 531 incautaciones de medicamentos. En el mismo periodo de 2022, las incautaciones aumentaron en más de un 900%, alcanzando un total de 676.931 medicamentos retirados del mercado. Estos incluían fármacos psicotrópicos, antibióticos, analgésicos, antiinflamatorios y anabólicos, entre otros. Estos datos no solo evidencian el crecimiento en la cantidad de medicamentos incautados, sino también la diversificación de los tipos de medicamentos disponibles ilegalmente. La creciente demanda y oferta de estos productos en el mercado informal subraya la urgencia de abordar este problema con medidas estrictas y efectivas.
Los medicamentos adquiridos en el comercio informal no cumplen con las normativas de conservación y pueden estar falsificados, lo que puede provocar graves consecuencias para la salud. Otros riesgos incluyen la automedicación, productos mal etiquetados, adulterados o no aptos para el consumo, y la falta de control sobre su verdadera composición y efectos. La ausencia de un control adecuado sobre estos medicamentos significa que los consumidores pueden estar expuestos a sustancias peligrosas o ineficaces, aumentando el riesgo de reacciones adversas y complicaciones de salud.
La PDI insta a la ciudadanía a comprar medicamentos solo en lugares establecidos y a evitar consumir medicamentos sin supervisión médica. Es esencial verificar que los medicamentos cuenten con las resoluciones sanitarias correspondientes, comprobar la fecha de caducidad y asegurarse de que las medidas de seguridad no estén alteradas. La compra de medicamentos en el comercio informal no solo es un delito, sino que también representa un riesgo significativo para la salud pública. La PDI destaca la importancia de la educación y la conciencia pública sobre este tema, enfatizando que la colaboración ciudadana es crucial para combatir esta problemática y garantizar la seguridad de los medicamentos disponibles en el mercado.
La advertencia de la PDI subraya que la compra de medicamentos en el comercio informal no solo es un delito, sino que también pone en riesgo la salud pública. Es vital que la comunidad entienda los peligros asociados con esta práctica y tome las precauciones necesarias para proteger su salud y la de sus seres queridos.