Alhely Santander es una de las jóvenes promesas de la música clásica en nuestra región que; siendo parte de la Orquesta Sinfónica Juvenil Regional de Tarapacá, dirigida por el maestro Vicente Toskana-Lanzerdorff; seguirá sorprendiendo con su virtuosismo en el triángulo.
Con sus contados 16 años, la iquiqueña Alhely Santander cautiva con su destreza en la percusión, siendo una de las integrantes de la Orquesta Sinfónica Juvenil Regional de Tarapacá (OSJR de Tarapacá), perteneciente a la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles de Chile (FOJI). Su pasión por la música es contagiosa y nos invita a soñar con un futuro lleno de grandes músicos que surgen desde todas las regiones de Chile.
Desde que comenzó a tocar percusión menor a los 8 años, Alhely ha demostrado un talento innato y, este año, dio un gran paso al integrarse a la OSJR de Tarapacá, donde continúa perfeccionando sus habilidades y explorando nuevas posibilidades musicales en la percusión menor especialmente en el triángulo.
Los instrumentos de percusión menor se refieren a aquellos que son golpeados o agitados para producir diferentes timbres y efectos en las piezas musicales, como el triángulo, la guacharaca y el platillo suspendido.
“La música ha sido mi compañera inseparable desde muy pequeña. Mi papá, multi-instrumentista especializado en instrumentos andinos, y mi mamá, con su hermosa voz, me contagiaron su amor por la música. Crecí viendo y escuchando charango, quena y zampoña, pero no fue hasta el año 2018, con la visita del Papa Francisco a Iquique, que descubrí la emoción de la música sinfónica y tocar en escenarios más grandes y con mucho más público”, describió.
Su pasión por lo artístico va de la mano también con su participación en la Compañía de Danzas Tradicionales Kirqui Wayra, donde sus profesoras de música la motivaron a unirse a la OSJR Tarapacá. “Le empecé a agarrar el gustito a lo sinfónico. Las profes de la compañía me contaron de qué era, de qué se trataba y quedé totalmente encantada y enamorada con el arte que hacen. En la orquesta somos niños inmensamente talentosos”, sostuvo la percusionista.
FOJI en regiones
Como parte de las celebraciones del Bicentenario, en 2010 nació la OSJR Tarapacá, una iniciativa que busca fomentar el desarrollo musical de los jóvenes talentos de la región y fortalecer el vínculo entre la música y la comunidad.
El primer encuentro de Alhely con la orquesta fue en abril de 2024 y que sintió como una experiencia totalmente nueva, ya que siempre había tocado con músicos más grandes. “No sabía cómo iba a funcionar esto; si es que iba a haber un profesor o simplemente iba a llegar con la partitura al frente. La idea de tener que leer partituras me ponía un poco nerviosa, pero logré pasar eso y me volví a encantar de cómo, a través de niños, niñas y jóvenes, se muestra la música al mundo”, expresó.
Añadió que “soy una hormiga dentro de la orquesta, tampoco me veo, me escucho fuerte a veces y otras nada con el triángulo. Hay gente que le da risa el tema del estudio del triángulo, pero es algo muy difícil. Entonces, por eso digo que soy una hormiga muy pequeña dentro de un ejército muy grande (la OSJR Tarapacá) y que armoniza todo unido en el volumen que se necesita. Es un sonido muy hermoso y perfecto”.
Apuntó que “ponerse en el lugar de cada instrumento también es difícil. Hay gente que piensa que la percusión es llegar y pegarles con ‘un par de palos’, pero es algo que requiere estudio, dedicación y constancia. También superar la frustración, es algo muy difícil para los músicos”.
La forma en que describe sus experiencias en la orquesta da cuenta de su respeto a la música y quienes hacen de este arte universal, una profesión. “Al inicio la gente deserta de los instrumentos porque se sienten frustrados, incómodos consigo mismos y sus resultados, pero es algo que cambia radicalmente cuando uno está en el escenario y se da cuenta de todo el trabajo que hay por detrás: que es como cuando uno cocina. Te demora tres o cuatro horas cocinando y llegan tus invitados y se lo comen en tres minutos. Tocar en la orquesta es muy satisfactorio, te llena el alma y corazón. ¡Que viva la música!”
Concierto de gala
Días antes de su concierto de gala en la Iglesia Don Bosco, de Iquique, la joven estaba con niveles altos de estrés y ansiedad. “Por eso también tenemos a Luis, que es nuestro psicólogo, quien nos guía para calmarnos antes de presentarnos. Por su parte, el director de la orquesta estaba muy contento con el trabajo. En cambio, nosotros estábamos aterrorizados porque era un público grande, con mucha reverberación (rebote de sonido). Como integrantes de la orquesta tenemos todo el apoyo para hacer las cosas bien y así salieron”, indicó.
Invitación
Satisfecha y contenta; la percusionista planea seguir en la OSJR Tarapacá. “Es una experiencia que me gusta, tiene gente muy bonita, es muy lindo el trato y pretendo seguir y aprender más. Me gustaría desarrollarme en otro tipo de instrumentos de viento madera andinos, como, por ejemplo, la quena”, contó.
Alhely adelantó que próximamente participarán en el concierto en honor a uno de los más importantes músicos de Tarapacá, el señor Bernardo Ilaja (padre). “Me gustaría presentarme con la quena, con un instrumento de viento madera y poder crecer dentro de esta orquesta y generar otro tipo de ambiente un poco más amoroso, juvenil, andino”.
A su vez, extendió una invitación “para los niños que aún no conocen la FOJI vengan a nuestros conciertos y a los músicos de la orquesta les digo que disfruten esta es una experiencia maravillosa, donde el corazón late a mil por hora, pero al momento de escuchar la música y de vivirla, de sentirla, te cambia la realidad de las cosas”, concluyó.
Sin duda, Alhely es una de las jóvenes promesas de la música clásica en nuestra región y que bajo la dirección musical de la OSJR de Tarapacá, el maestro Vicente Toskana Lanzerdorff, seguirá sorprendiendo con su virtuosismo en el triángulo.