Tras la cuarta ronda de votaciones en el Cónclave, el Colegio Cardenalicio eligió al cardenal Robert Francis Prevost como el 267° Papa de la Iglesia Católica. Nacido en Chicago y con una vida marcada por su profunda conexión con el Perú, el nuevo pontífice eligió el nombre de León XIV y se convirtió en el primer Papa de origen estadounidense, además de poseer también la nacionalidad peruana.
La elección se selló este jueves a las 18:07 hora local de Roma, cuando una columna de humo blanco emergió desde la chimenea de la Capilla Sixtina. Minutos después, el cardenal protodiácono Dominique Mamberti pronunció el tradicional Habemus Papam. A las 19:15 horas, el nuevo Santo Padre apareció por primera vez en el balcón central de la Basílica de San Pedro.
Un camino entre Chicago, Roma y Perú
Robert Francis Prevost nació el 14 de septiembre de 1955 en Chicago, Illinois. Aunque formado inicialmente en matemáticas -licenciado por la Universidad de Villanova en 1977-, su vocación religiosa lo llevó a ingresar al noviciado de la Orden de San Agustín ese mismo año. Emitió sus votos solemnes en 1981 y fue ordenado sacerdote en Roma en 1982, tras completar estudios de teología y derecho canónico en la Pontificia Universidad Santo Tomás de Aquino, donde obtuvo un doctorado en 1987.
Su conexión con América Latina se forjó profundamente en Perú, país en el que vivió gran parte de su vida sacerdotal. Allí sirvió como misionero, formador y vicario judicial, desempeñando importantes funciones en las diócesis de Chulucanas, Trujillo y Chiclayo. En esta última fue nombrado obispo por el Papa Francisco en 2014 y asumió el cargo formalmente en diciembre del mismo año.
Una figura clave del pontificado de Francisco
Prevost fue una figura de creciente influencia en el Vaticano durante la última década del pontificado de Francisco. Fue prior general de los agustinos durante dos mandatos consecutivos (2001-2013), miembro destacado de diversos dicasterios y colaborador cercano del Papa argentino.
Su rol más influyente llegó en enero de 2023, cuando Francisco lo nombró prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina. Desde ese cargo, Prevost tuvo un papel determinante en la selección de obispos a nivel global, y fue considerado una de las voces más cercanas al proyecto pastoral y reformista de Francisco.
También fue designado miembro de otros dicasterios clave como los de la Evangelización, la Doctrina de la Fe, el Clero, las Iglesias Orientales, la Cultura y la Educación, así como de la Pontificia Comisión para el Estado de la Ciudad del Vaticano.
Un pontificado que abre una nueva etapa
La elección de Prevost marca un giro histórico. Hasta hace pocas horas, un Papa nacido en Estados Unidos parecía una posibilidad remota. Sin embargo, su sólida formación teológica, su perfil pastoral latinoamericano y su experiencia en la Curia romana lo posicionaron como un candidato de consenso entre los 133 cardenales electores.
Además de su nacionalidad estadounidense, Prevost posee ciudadanía peruana, país donde es ampliamente conocido y respetado. Entre 2018 y 2023 fue vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana, periodo durante el cual los obispos del país jugaron un papel estabilizador en medio de sucesivas crisis políticas.
Con su elección como León XIV, el nuevo Papa abre una etapa que promete continuidad con el legado de Francisco, pero también un puente renovado entre América del Norte y del Sur. En su primer mensaje, breve y sereno, agradeció la oración del pueblo y pidió unidad en la fe y en la esperanza. La historia de este Papa, que unió los caminos de Chicago, Roma y el Perú profundo, apenas comienza.
