Desde hace más de dos meses, los vecinos del sector El Boro, en la comuna de Alto Hospicio, viven en constante zozobra y desesperación debido a una serie de incendios provocados de forma intencional en la zona alta donde antiguamente funcionaba el vertedero municipal. La situación ha generado preocupación entre la comunidad, que denuncia la falta de acción concreta por parte de las autoridades comunal y regional.
Cada tarde, y muchas veces entrada la noche, individuos inescrupulosos prenden fuego a una mezcla de basura, neumáticos, plásticos, aceites y otros residuos altamente contaminantes, generando una humareda negra y tóxica que cubre parcialmente el sector. Esta nube de contaminación afecta directamente a cerca de 5.000 habitantes de El Boro, quienes se han visto expuestos diariamente a gases y partículas peligrosas.
“Nos duele la garganta, arden los ojos, cuesta respirar. Los niños y los adultos mayores son los más afectados”, cuenta una vecina del sector. “Tenemos personas con asma, bronquitis crónica, y ahora hasta los que no tenían problemas están comenzando a enfermar”, añade.
Entre las enfermedades que puede provocar este tipo de exposición prolongada al humo negro y denso están la bronquitis aguda, neumonía, crisis asmáticas, irritaciones oculares, alergias respiratorias y en casos más severos, daños pulmonares crónicos o enfermedades cardiovasculares. Especialistas también han advertido que el humo resultante de la quema de neumáticos y plásticos puede contener dioxinas y furanos, compuestos altamente cancerígenos.
Los incendios no solo se deben a residuos que arrojan irresponsablemente en el lugar, sino también a la constante acumulación de basura por parte de habitantes de tomas y campamentos aledaños, quienes han transformado el sector en un vertedero informal. A esto se suma el uso de acelerantes como aceites usados y combustibles, lo que intensifica la combustión y eleva aún más la toxicidad del aire.
Hace dos meses, tras una serie de denuncias ciudadanas, autoridades del municipio y representantes del área de Medio Ambiente visitaron el lugar. Sin embargo, hasta la fecha no se ha implementado ninguna medida efectiva de control, vigilancia o erradicación del foco contaminante.
“Estamos abandonados. Vinieron, miraron y no volvieron más. ¿Esperan que haya una tragedia mayor para hacer algo?”, expresa con indignación otro vecino.
Por todo lo anterior, los habitantes de El Boro hacen un urgente llamado al Gobierno Regional, al Ministerio del Medio Ambiente y a las autoridades nacionales, para que intervengan de manera inmediata. Exigen una solución definitiva a este problema ambiental y de salud pública que, aseguran, no solo daña el entorno natural, sino que está atentando contra la vida de toda una comunidad.
