Ayudar a hidratar y reparar la piel después de la exposición al sol es el principal trabajo de los productos “after sun”. Sin embargo, también evitarían el envejecimiento prematuro gracias a sus componentes antioxidantes.
El uso de protectores solares ya es común en la población, pero cada vez más especialistas recomiendan que se utilicen los llamados “after sun”, productos que ayudarán a mantener una adecuada salud de la piel. Pero, ¿qué son y para qué sirven? Revisémoslo.
Paula Molina, químico farmacéutico de Farmacias Ahumada, explica que -como su nombre lo indica- estos productos se aplican después de la exposición al sol, aunque por muchos años se utilizaron sólo cuando existían quemaduras, priorizando la utilización de cremas hidratantes para la reparación de la piel. “Hoy se promueve su uso continuo, ya que tienen propiedades hidratantes y antioxidantes que colaboran con la reparación de la piel y previenen el envejecimiento prematuro. Además, su composición -con mayor cantidad de agua- ayudaría en casos de irritaciones”, destaca.
“La radiación UV estresa la piel, lo que provoca la pérdida de agua y una sensación de ardor y tirantez. Además, los rayos UVA provocan que las fibras de elastina y colágeno se degraden, comenzando con el proceso de envejecimiento. La característica principal de un after sun, es que contiene, entre otras, propiedades que ayudan a prevenir el daño oxidativo de la piel”, agrega Molina.
Como bien señala la farmacéutica, estas emulsiones están desarrolladas para colaborar en la reparación de la piel para lo que incorporan componentes antioxidantes que no contienen las cremas hidratantes comunes. “Muchos de estos productos agregan cúrcuma, té verde, vitaminas A, C, E, y betacarotenos, además de aloe vera, que no sólo neutralizan el daño provocado en la piel y el ADN celular, sino que también ayudan a calmar las molestias de la piel estresada por el sol, bajan su temperatura y ayudan a reparar la epidermis”, indica.
Ahora, en caso de producirse quemaduras más graves, Molina recomienda visitar a un médico especialista, sobre todo si ya han aparecido ampollas (con mayor riesgo de infectarse) o hay malestar general. “Es fundamental evitar que esto suceda, ya que se estima que las quemaduras que provocan ampollas duplican el riesgo de que la persona pueda desarrollar un melanoma a lo largo de su vida”, acota. No olvidemos que la Organización Mundial de la Salud demostró que hasta un 90% de los cánceres de piel se asocian a los rayos UV y, desafortunadamente, las muertes causadas por éstos aumentaron a 530 en 2022, la cifra más alta en los últimos 20 años, de acuerdo al Ministerio de Salud.
Gracias a todas sus propiedades, los after sun también serían un gran aliado para prolongar el bronceado y evitar la descamación de la piel. De hecho, muchos de ellos hoy incorporan pigmentos que tiñen la capa superficial, activando la melanina protectora, cuyo efecto es prolongar el color obtenido durante el verano. Como lo indica la profesional, “al continuar su uso, permite que la piel no se descame, por la hidratación, y mantenga el tono adquirido”.
Sin embargo, no podemos olvidar que la principal recomendación para el bienestar de nuestra piel es evitar la exposición prolongada a la radiación ultravioleta y mantener una adecuada hidratación oral. “Los especialistas han recalcado que es preferible no salir entre las 11 y 16 horas, además de usar un fotoprotector solar como parte de la rutina diaria –incluso en días nublados- y aplicarlo varias veces al día”, finaliza Molina.