La experiencia recogida de después de más de un año de trabajo a distancia lleva a las empresas a incrementar la seguridad de los terminales en que desarrollan su trabajo los empleados.
Un total de 155 millones de ciberataques se registraron en los últimos 3 meses de 2020 en Chile, según la Plataforma Threat Intelligence Insider Latin America de Fortinet. La cifra evidencia una amenaza latente para todo tipo empresas. Esto, porque la tendencia apunta a que los delincuentes digitales continuarán desarrollando malware e implementando estrategias con el objetivo de perjudicar a diferentes instituciones durante 2021.
Cuando ya se cumple más de un año en que la mayoría de las empresas debió adoptar la modalidad de teletrabajo, podemos observar que los grupos de hackers también se adaptaron a la nueva realidad laboral para crear nuevas formas de engaño.
Esto, debido a que -a causa del confinamiento- cada puesto se sitúa ahora en una sala de estar o habitación en direcciones particulares, lo que fragmenta la ciberseguridad de las organizaciones, volviéndolas un blanco fácil para la perpetración de robos informáticos. Es decir, el punto de acceso pasó a estar en los computadores o dispositivos de las personas que colaboran en una institución.
De forma preocupante, solo durante el 2020, el 60% de las empresas a nivel mundial fueron víctimas de algún incidente significativo o grave de ciberseguridad, de acuerdo a los datos entregados por la última Encuesta Global de Seguridad de la Información 2019-2020 de EY -GISS. En consecuencia, el virus no solo aumenta el número de contagios de la enfermedad en el planeta, sino que además impacta en la vulnerabilidad del mundo virtual.
Narciso Basic, Bussiner Information Security Officer de Equifax, explica además de poner el foco en incrementar la seguridad de sus nubes, con la irrupción de las labores a distancia las empresas han debido potenciar también sus esfuerzos a las soluciones Endpoint o puntos de trabajo.
“Durante 2021 – señala – es muy importante que las empresas focalicen sus esfuerzos en los EndPoints de sus trabajadores, pues son las zonas más críticas en la estructura de seguridad en cualquier institución. Estos puntos son el medio por el que se contactan los colaboradores con la infraestructura de red de la empresa”, sostiene Narciso Basic.
“Las consecuencias que implica la profanación de la red o un servidor de una empresa puede generar importantes daños, como la pérdida de información, fraudes y afectar significativamente la reputación. Por ello, contar con herramientas que aseguren el buen funcionamiento, asegurará su operación y protección de información sensible”, agrega Basic.
La buena noticia es que, actualmente, existen las herramientas de seguridad se encuentran los Endpoint Protección Platforms (EPP), que unifica diferentes funciones, tales como antivirus y protección de datos, además de Endpoint Detection and Response (EDR) el cual es una tecnología de mayor nivel, con la capacidad de responder a acciones maliciosas, registrando la información para analizarla y compararla con indicadores de posibles amenazas. Las respuestas pueden ser configuradas para que las acciones se realicen de forma automática, así como de forma manual por parte de los administradores del EDR.
El llamado es, entonces, a subir las barreras de protección informática de las empresas. Para así, lograr buenos resultados en el 2021.