El médico gineco-obstetra, Christián Figueroa, expuso sobre la seguridad del parto y puerperio durante la 6° Cumbre Global Ministerial sobre Seguridad del Paciente.
Cada 12 minutos nacen 3 mil bebés en el mundo y cuatro mujeres mueren por causas asociadas al parto. Podría parecer un número bajo, pero el impacto asociado al fallecimiento de una persona es importante. En Chile en tanto, una mujer pierde la vida una vez a la semana por los mismos factores, mientras que anualmente se registra un promedio de 180 mil nacimientos.
Además, la tasa actual de cesáreas en Chile es muy alta, registrando un aumento del 20% en los últimos 20 años. Si en el año 2000 se registraban un 30% de cesáreas, en 2023 ese número aumentó a 50%, convirtiéndose en una de las tasas más altas en el mundo junto a México y Turquía.
Estos datos y reflexiones fueron las que expuso el Christián Figueroa en su presentación sobre Experiencia con la seguridad del parto y puerperio en Chile. El médico gineco-obstetra es parte del equipo del Programa de la Mujer y Ciclo Vital del Ministerio de Salud y es parte de los expositores que participan en la 6° Cumbre Global Ministerial sobre Seguridad del Paciente que se realiza este 17 y 18 de abril en el Centro Cultural Gabriela Mistral.
El profesional explicó que, si bien, ha ido disminuyendo la cantidad de partos en la última década, el desafío sigue siendo disminuir la morbilidad materna ya que desde 2010 a 2021 se muestra que hay un estancamiento: Mueren 50 mujeres al año por causas asociadas al embarazo, parto y puerperio. Por lo mismo, el desafío es avanzar en sostenibilidad, equidad e impacto de estrategias implementadas en calidad de atención.
Para eso es importante lograr una experiencia positiva del parto y empoderar a las mujeres a que sea respetuoso. “No da lo mismo cómo y dónde nacer, y eso nos preocupa”, señaló Figueroa. Por lo mismo, se está avanzando hacia un
modelo personalizado que esté centrado en la mujer, que sea participativo, y más fisiológico.
“Tenemos aumento de infecciones intrahospitalarias, específicamente por cesárea. Parte de los obstáculos además han sido la resistencia porque hemos sido educados en un sistema paternalista y medicalizado, y cuesta avanzar hacia un sistema que no sea medicalizado, donde la mujer y familia participe en la toma de decisiones”, explicó sobre los factores de incidencia, a los que se suman también los factores económicos y las prexistencias, entre otros.
Paralelamente, Figueroa destacó las estrategias gubernamentales que han incidido en la disminución significativa de la mortalidad materna, como la creación del Programa Nacional de Alimentación Complementaria (PNAC) en 1954, la introducción de la píldora anticonceptiva en1967, y en los 70’ la creación de los Servicios de Salud, donde aparece la matrona como profesional pilar dentro de la cadena de prestaciones; la reforma de salud, y en 2009 la creación del manual de procesos reproductivos donde aparece cómo se debe atender de manera respetuosa el parto y el concepto de que la mujer decida autónomamente qué hacer.
Actualmente además se cuenta con fortalezas como que casi el 100% de los nacimientos son el sistema intrahospitalario, hay atención profesional, existe control prenatal, un sistema de registros confiables, y la dupla médico-matrona que no existe en todos los países.
“Me parece súper importante porque debemos trabajar en todos los ámbitos para mejorar la calidad y la seguridad de la atención en el área gineco-obstetra. Tenemos una brecha en relación a la elaboración de estándares e indicadores que nos permitan trabajar y mejorar la calidad y la seguridad de la atención, principalmente la atención de las mujeres, la atención del parto, del proceso del parto y la atención de los recién nacidos. Hay que trabajar para que sea más igualitario y más equitativo, y que todos tengamos la misma oportunidad de atención”; señaló Christián Figueroa.