Una interesante jornada de conversación por internet realizó este jueves, el Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP), en la región de Tarapacá, a través de su evento digital Mercado Campesino Textil en Línea, sobre las prácticas textiles y su herencia con los hijos. La actividad digital forma parte del calendario de actividades que está desarrollando el Mercado Campesino Tarapacá, a través de su página de Facebook (@MCRegionalTarapaca).
La temática a abordar por los invitados es un conversatorio intergeneracional sobre “La vivencia y traspaso del conocimiento artesanal”, encuentro virtual que tendrá como invitados a los hijos de dos artesanas textiles, que participan del evento en línea.
Carla Betanzo, quien lidera Qalaphurk’a, consultora a cargo del desarrollo del Mercado Campesino Textil en línea, comentó que la idea de este conversatorio es precisamente “recoger la mirada desde la familia de las artesanas, puntualmente con los hijos, para entender todo lo que conlleva el trabajo de sus madres, en las actividades propias de la textilería, además de entender su dinámica familiar y de conocimiento artesanal”, en el contexto de la emigración de los jóvenes, desde la zonas rurales a la ciudad y también cómo en el último tiempo algunos jóvenes y familias han buscado apoyarse en emprendimientos, en que confluyan lo tradicional de la textilería con abrir nuevos espacios de comercialización y apoyo a sus familias, y madres, en particular.
Katy García Vilches (18), menor de seis hermanos e hija de la señora Irene Vilches, madre agricultora y artesana, que proviene de la localidad de Pisiga Centro, comuna Colchane, y quien fue parte del conversatorio destaca la labor textil que realiza su madre. “Es algo que me gusta y espero más adelante poder aprender bien, ya que me gustaría tener la habilidad de hacer este oficio, independiente que continúe con mis estudios”, en Iquique y que corresponden a Contabilidad. “Igual, aunque no sé el trabajo textil muy bien, ayudo a mi mamá a familiarizarse con la tecnología. Que vea sus trabajos de la fundación de artesanas desde el celular, a cómo contestar por WhatsApp, por ejemplo y ver cómo se difunden sus prendas en las redes sociales, en videos. Y a ella le gusta…se siente feliz en como la ayudo un poco, pese al poco tiempo que me queda por mis estudios”, comenta.
Con respecto a la tradición y cómo heredar estas prácticas ancestrales, Katy García, agrega que en su grupo familiar las “hermanas mayores y en especial mi hermana Adelia (35) es quien más ayuda a mi mamá, con sus labores textiles como emprendedora y en las actividades que realiza en la agrupación de artesanas de la Asociación Indígena Aymara Agrupación de Mujeres Artesanales Comuna de Colchane Aymar Warmi, que ella integra”.
En tanto, para Juan Flores Castro (30), hijo de la agricultora y artesana Hilda Castro de la localidad de Francia, comuna de Camiña, “Los tejidos en la mujeres aymara es algo esencial que siempre se ha ido traspasando a las nuevas generaciones. Por lo mismo, mi mamá aprendió a tejer a los seis años, con la técnica a cuatro estacas, que es la base de aprendizaje y que, posteriormente, con los años, se amplió a otras técnicas, con distintos tipos de telares. Ya pasados los años, mi madre pasó esta cultura del tejido a mis dos hermanas”, aprendizaje y desarrollo que nuevamente se ve interrumpido en su evolución, por las circunstancias de expectativas de vida y desarrollo de la familia que, “debido a los estudios de mis hermanas y oficios que ellas continuaron, dejaron este aprendizaje textil como algo que recibieron de la cultura aymara”. Sin embargo, el apoyo a la madre está intacto, pero desde la vereda del colaborar y también poder recibir el aprendizaje de cómo es este oficio, que ha ido madurando su productividad, como ingreso familiar, y con emprendimientos y proyectos en que Juan busca apoyar a su madre, en un futuro próximo, combinando la artesanía y el turismo, desde la localidad de Camiña.